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Discusión

 

La película «María llena eres de gracia»: ¿amarla u odiarla?

 

Tengo una relación de amor-odio con esta película.  Cuando vi «María llena eres de gracia» por primera vez, mi reacción ciertamente fue negativa.  Sin embargo, después de que aprendí más sobre la historia y la producción de la película, desarrollé una cierta apreciación de algunos aspectos de ella.  ¿Cómo?

 

            Empecemos con el positivo – lo que aprendí sobre la producción de esta cinta.  Es una cuenta maravillosa en cómo hacer las cosas bien para traer una historia a la pantalla.  El director, Joshua Marston, tuvo experiencias insólitas antes de comenzar con el filme, incluyendo el estudio de las ciencias sociales, trabajo como periodista con Life y ABC News, la enseñanza de inglés en Praga, y el estudio de la producción de cine – además de crecer en Brooklyn, al lado del condado de Queens.  Estaba bien calificado para contar esta historia.  Cómo lo hizo es un ejemplo excepcional de la creación de una película.

 

            Marston dijo que la historia empezó cuando una colombiana le contó su historia de venir al Estados Unidos como una mula.  En particular, oyó que los narcotraficantes a menudo utilizan el «enfoque de escopeta», en el que ponen varias mulas en el mismo avión, con la idea de que es muy posible que una de ellas vaya a ser agarrada por la aduana, pero esto crearía una distracción por la que las otras pasen no detectadas.  El director dijo que para él esto era el «gancho», y pensó que la historia era tan impactante que escribió el primer borrador del guión en sólo dos días «de locura».  Dijo que simplemente no pudo dejar de escribir.

 

Cuando estaba escribiéndolo, pensaba que estaba relatando la historia bien y era muy «tensa».  Sin embargo – y este es importante al proceso del desarrollo de la película – cuando volvió a leer lo que había escrito, se dio cuenta de que no era tan impactante y tensa como pensaba y que el guión necesitaba más trabajo.  Además, había puesto mucha información sobre el narcotráfico en largos diálogos entre los personajes, y que el drama estaba extendido, y se dio cuenta que esto simplemente no funcionaba.

 

Sus propios sentimientos sobre el narcotráfico son que el problema es social y económico, y por lo tanto las soluciones también tienen que ser sociales y económicas, en lugar de militares y criminales.  Además, quería mostrar la vida de los inmigrantes colombianos.  Sin embargo, leyendo su primer borrador, se dio cuenta que no era posible hacer una película polémica: que en su lugar, «se tiene que hacer algo que sea realmente por los ojos de un personaje y hacerlo absolutamente fascinante desde un punto de vista de personaje».  Con esta realización, volvió a escribir el guión por tres años.  Esta realización y su respuesta de mucho trabajo adicional de mejorar la historia y el relato de ella eran la clave del éxito de «María llena eres de gracia» como una película absorbente y fascinante.

 

Durante estos años, hizo muchas investigaciones, hablando con mulas, narcotraficantes, la aduana, cultivadores de rosas en Colombia, e inmigrantes colombianos en Jackson Heights.  Por casualidad, después de años con el guión, mientras se reunía con alguien sobre el financiamiento, la persona le dijo, «Pues, éste es un gran guión.  ¿Alguna vez conoció al alcalde de pequeña Colombia?».  Con eso, Marston se encontró con Orlando Tobón y aprendió lo que él estaba haciendo en la comunidad colombiana en Jackson Heights.  Volvió una vez más a escribir el guión con el personaje de don Francisco como Orlando Tobón – y después eligió Tobón mismo para interpretar su propio personaje don Francisco.  Éste es otro ejemplo en el que Marston constantemente, en el proceso entero, trataba de mejorar el relato de la historia.  Es bien claro que su intento principal era la creación de una película que fuera interesante y cautivante a una audiencia general.

 

El proceso de mejorar continuó durante el rodaje.  Marston dijo que miró a 800 candidatas para el personaje de María antes de conocer a Catalina Sandino, y que supo instantáneamente que ella era su María.  Tal vez el ejemplo más revelador de cómo el director mejoró el relato de esta historia era en la manera en la que trabajó con los actores.  Después de elegir el elenco en Colombia, Marston les dio la primera mitad del guión a los actores.  Les dijo que podían leerlo tantas veces como querían, pero en 24 horas tenían que devolvérselo a él.  Tres o cuatro semanas después, en la pre-producción en Ecuador, los actores ensayaron las escenas, improvisando su propio diálogo que fue fiel al diálogo de su región de Colombia.  Entonces, los actores y Marston escribieron el guión de nuevo.  El resultado de este proceso es bien evidente en el producto final, con escenas vibrantes y fieles a la lengua y ambiente local.  Es una película extraordinariamente bien hecha – una destilación de cuentas, ideas e historias moldeada con inteligencia y mucha diligencia.

 

Entonces, ¿que hay para odiar?  La respuesta es que la misma cosa que la hace grande es la que es preocupante – una verdadera relación amor-odio.  Como dijo Marston, aprendió que tuvo que contar la historia de una manera absorbente, desde la perspectiva de un personaje.  Para hacer esto, relató la historia vista por María, que se presenta como una joven comprensible, hasta simpática.  El problema es que María es una narcotraficante, que ha racionalizado sus acciones en la manera que delincuentes siempre racionalizan sus actividades.  La película es tan bien hecha que el mensaje podría ser de acciones forzadas por circunstancias.  Ésta es la preocupación y el odio de una película que de otro modo es algo para amar.