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En «A Roosevelt», Rubén Darío predica al chor
Rubén Darío debería haber
quedado con sus cisnes, belleza, Helena de Troya, luz, harmonía y el arte por
el arte de su modernismo. Su poema «A Roosevelt»
seguramente rompe su modo de la renovación del lenguaje, la perfección formal
y la musicalidad (Casa Poema, «A Roosevelt»).
Como una respuesta directa de Darío a Roosevelt, así como una
respuesta colectiva de Latinoamérica a Estados Unidos, el poema revela una
visión del mundo compartida por Darío
y otros latinoamericanos que fue poco eficaz contra la visión del mundo de
Roosevelt y estadounidenses en general.
Constituyó predicar al coro.
Hay elementos de la estructura lingüística y formal, así como del
mensaje contenido en esta estructura, que produjeron esta consecuencia.
Es crucial entender qué
motivó a Darío. Escribió el poema en enero de 1904, en Málaga, España
(Wikipedia, «To Roosevelt»). Esto fue probablemente provocado por dos
acciones: la una pocos años antes, y la otra sólo dos meses antes de la
escritura. En 1898, Estados Unidos
participó en la Guerra hispano-estadounidense, que liberó Cuba y otros países
de España (Wikipedia, «Guerra hispano-estadounidense»). Theodore Roosevelt participó en esta guerra
en una manera llamativa como miembro de los «Rough Riders», soldados de caballería (Wikipedia, «Rough Riders»). Se firmó el tratado que terminó la guerra
—a favor de Estados Unidos— el 10 de diciembre de 1898. En este momento, Darío estaba en un barco
en viaje a España, y llegó en Barcelona dos semanas después (Wikipedia,
«Rubén Darío»). En España, escribió
crónicas para «La Nación» en que expresó su profunda simpatía por España
después del golpe duro a la psique del país debido a la derrota y la pérdida
de sus posesiones coloniales. Pocos
años después llegó la gota que colmó el vaso para Darío. En 1903 Estados Unidos primero intentó
obtener un acuerdo con Colombia para un canal interoceánico, pero Colombia
rechazó la oferta. Entonces Estados
Unidos apoyó Panamá en su lucha por independencia de Colombia, y cuando esto
tuvo éxito, firmó un acuerdo con el nuevo país de Panamá. Obtuvo un arrendamiento a perpetuidad de la
zona del canal de Panamá. Esta
«intervención» de Estados Unidos le provocó a Darío que escribió el poema «A
Roosevelt».
Ya podemos entender que
en este momento, lo que iba a escribir Darío tendría prejuicios contra
Estados Unidos, y seguramente vimos esto en las primeras estrofas del poema:
«Juntáis al culto de Hércules el culto de Mammón, / y alumbrando el camino de
la fácil conquista, / la Libertad levanta su antorcha en Nueva York». La estructura formal del poema se divide en
dos porciones. La primera mitad
incluye los versos hasta el «No», y se dirige a los atributos de
Roosevelt. La estructura lingüística
de esta mitad es de metáforas, imágenes y caracterizaciones de Roosevelt y
Estados Unidos, y sus acciones: «Cazador», «Washington», «primitivo», «moderno», «sencillo», «invasor», «soberbio», «culto», «hábil»,
«Alejandro-Nabucodonosor», «profesor de energía». La presentación lingüística es de
contrarrestar cualquier cualidad positiva con una negativa. Aunque esto podría haber sido gratificante
a Darío en su enoja, seguramente no
habría caído favorablemente en los oídos de Roosevelt ni en los de otros
estadounidenses. El propósito no
podría haber sido de convencerle a Roosevelt, ni a Estados Unidos, de
nada. El propósito era de despotricar
para el beneficio de Darío mismo y otros latinoamericanos.
Si la primera mitad del
poema se fija en un tono de desprecio a Roosevelt y Estados Unidos, la
segunda mitad completa el trabajo por elogiar las pretendidas virtudes de
Hispanoamérica. Lingüísticamente, está
llena de alusiones a figuras míticas e históricas, las que glorificar «la
América nuestra» de Darío: «Netzahualcoyotl», «Baco», «alfabeto pánico»,
«Platón», «Moctezuma», «Inca», «Guatemoc».
Mientras que la primera mitad del poema sobre Roosevelt y Estados
Unidos tiene una estructura formal de
pensamientos individuos en oraciones individuas, la segunda mitad sobre
Hispanoamérica es una lista agobiante, sin parar, de alabar a
Hispanoamérica. Podemos imaginar la
reacción de Roosevelt u otro estadounidense (si Roosevelt de verdad lo leyó
alguna vez): «¿Y qué? ¿Qué tiene esto
que ver con nada?». Aunque estas
imágenes poéticas les podrían haber gustado a Darío y sus compatriotas
latinoamericanos, seguramente habrían sido poco eficaces en convencer
Roosevelt y estadounidenses de nada.
Tal vez lo que sería lo
más irritante a estadounidenses y a Roosevelt sería el tono de santurronería
en la estructura lingüística que adoptó Darío. Especialmente la segunda mitad está
verdaderamente goteando de palabras que describen una Hispanoamérica con
cualidades bellas míticas. Se tiene
que preguntarse en qué Hispanoamérica vivía Darío. Tal vez lo más provocador de todo sea el
último verso, que seguramente Darío pensaba era el signo de exclamación de su
bronca: «Y, pues contáis con todo, falta una cosa: ¡Dios!». Como preludio a esto, más temprano había
aludido a «la América ... que aún reza a Jesucristo» y «la América
católica». ¿Qué provocó esto?
Para entenderlo, tenemos
que recordar la perspectiva del mundo en Latinoamérica contra la
correspondiente perspectiva del mundo en Estados Unidos en esta época. Había una gran diferencia en los dos
lugares con respecto a la religión, la que en muchos sentidos afectaba todo,
y continúa afectando todo hasta ahora: la diferencia entre el protestantismo
versus el catolicismo. En Estados
Unidos de hoy, nos pensamos de nosotros mismos como especialmente tolerantes
de la libertad de religión, pero esto no era el caso temprano en la historia
del país. Inicialmente, las colonias
prohibían la Iglesia Católica.
Inglaterra había luchado fuertemente para liberarse del «control
papal», y los colonizadores no querían repetir el problema (Wikipedia, «Anticatolicismo…»). Aunque en la época de Roosevelt la situación
era mucho más tolerante, con protecciones de la libertad religiosa de la
primera enmienda a la Constitución, todavía existía perjuicio contra esta
religión.
Por contraste, los
conquistadores españoles trajeron la Iglesia Católica con ellos. La Iglesia actuó como un instrumento de la
conquista. Las doctrinas de la Iglesia
combinaron con el espiritualismo ya presente en los mitos indígenas para
producir una fuerza dominante en el pensamiento hispanoamericano. Era una creencia en los mandatos de la
Iglesia y el papa en particular. Era
una creencia en cosas supernaturales, como Dios, milagros y las apariencias
de fantasmas como la Virgen de Guadalupe.
Mientras que el protestantismo en Estados Unidos apoyaba el
mejoramiento de la vida con bienes materiales, el adoctrinamiento del catolicismo
era que lo que pasaba en este mundo no importaba, sino que el propósito de la
vida era sólo de asegurar su posición favorable en una supuestamente vida
después de la muerte. Más que nada, especialmente
en esta época, la Iglesia Católica se consideraba a sí misma como la única
«verdadera» religión y «senda al cielo».
Entonces, ésta era la creencia miope de Darío en hacer la oración
final: que Dios pertenece al mundo hispanoamericano, con su Iglesia Católica;
que Dios estaba al lado de Hispanoamérica; que Roosevelt y Estados Unidos,
con su protestantismo y creencia en el materialismo de este mundo, no tenían
Dios.
Había otro aspecto de la vida
personal de Rubén Darío que estaba en juego: era alcohólico serio. Parece que tenía episodios de desenfreno,
seguidos por otros de religiosidad intensa (Kellman, «Rubén Darío Summary»). Ya
en 1895, en Argentina, su adicción resultó en la necesidad de atención
médica. En 1907, en París, su
alcoholismo era muy grave y él era gravemente enfermo. Su condición continuó empeorando, y
finalmente murió del alcoholismo, de cirrosis del hígado, en 1915. Entonces, cuando escribió «A Roosevelt» en
1904, ya fue muy en las garras de la adición.
El poema en muchos sentidos tiene el aspecto de una diatriba
irracional y emocional de una persona impulsada por la influencia de alcohol.
El poema contiene todas estas
creencias, perjuicios y sentimientos de antipatía de Darío hacía Roosevelt y
Estados Unidos. Era su mundo de
mitología contra uno de materialismo, católico contra protestante, español
contra inglés, el hombre común contra el hombre poderoso. Como podemos ver con la popularidad del
poema hasta hoy en la literatura española, ha encontrado favor entre
hispanoamericanos. Sin embargo, como
una carta para cambiar opiniones, no fue eficaz. Estados Unidos continuó sus intervenciones
en Latinoamérica a lo largo de las administraciones de Roosevelt, de su
sucesor William H. Taft y durante mucho del siglo XX, hasta la disolución de
la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría en 1991. Era un ejercicio literario, con una
audiencia literaria, sin eficacia política.
Obras citadas
Casa Poema. «A Roosevelt». Consultado el 24 de septiembre de 2014 en
http://judithpordon.tripod.com/poetry/ruben_dario_a_roosevelt.html
Kellman, Steven G. «Rubén
Darío Summary». Masterpieces of World Literature, Critical
Edition. 2009. Consultado el 1 de octubre de 2014 en
http://www.enotes.com/topics/ruben-dario
Wikipedia. «Anticatolicismo en los Estados
Unidos». El 10 de marzo de 2014. Consultado el 26 de septiembre de 2014 en
http://es.wikipedia.org/wiki/Anticatolicismo_en_los_Estados_Unidos
http://en.wikipedia.org/wiki/Anti-Catholicism_in_the_United_States
Wikipedia. «Guerra hispano-estadounidense». El 31 de agosto de 2014. Consultado el 24 de septiembre de 2014 en
http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_hispano-estadounidense
http://en.wikipedia.org/wiki/Spanish%E2%80%93American_War
Wikipedia. «Rough
Riders». El 22 de agosto de
2014. Consultado el 24 de septiembre
de 2014 en
http://es.wikipedia.org/wiki/Rough_Riders
http://en.wikipedia.org/wiki/Rough_Riders
Wikipedia. «Rubén Darío». El 23 de septiembre de 2014. Consultado el 24 de septiembre de 2014 en
http://es.wikipedia.org/wiki/Rub%C3%A9n_Dar%C3%ADo
http://en.wikipedia.org/wiki/Rub%C3%A9n_Dar%C3%ADo
Wikipedia. «To
Roosevelt». El 26 de diciembre de
2011. Consultado el 24 de septiembre
de 2014 en
http://en.wikipedia.org/wiki/To_Roosevelt
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