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«El gran juego de ajedrez botánico» no capta la idea
El articulo «El gran juego de
ajedrez botánico» por Carmelo Ruiz Marrero discute la industria alimentaria
de hoy en un contexto histórico. En
particular, considera el tema de la apropiación y privatización de las
semillas por corporaciones grandes. El
autor argumenta que las semillas no son apropiables, sino que pertenecen a
nuestro patrimonio colectivo de la humanidad.
El autor da un relato excelente de
como naciones a lo largo de historia han recogido y guardado las plantas y
semillas de todo el mundo. China ya se
estaba acumulando plantas de regiones distantes para uso agrícola y medicinal
en el año 2800 antes de Cristo. En el
Viejo Mundo de Europa aún antes del descubrimiento del Nuevo Mundo, las
naciones mantuvieron jardines botánicos para desarrollar semillas y plantas
con valor medicinal o económico.
Después de la formación de las colonias europeas en el Nuevo
Mundo, los imperios de Europa se
aprovecharon de un gran número de plantas nuevas de las Américas, y las
añadieron a sus muestrarios crecientes de plantas y semillas. En esta manera se llevaron a Europa tales
plantas como la papa, el maíz, el cacao, la piña, el caucho, el algodón y la
caña de azúcar. Sus exploradores
también recogieron otras variedades del mundo entero, incluyendo África y
Asia, donde encontraron el café, por ejemplo, en Etiopia.
La industrialización llevó a un
gran cambio en las civilizaciones.
Poblaciones se trasladaron de los campos a las ciudades, y se
convirtieron dependientes en un sector agrícola especializado. La propia agricultura también se convirtió
en la industria agrícola. Granjas
grandes empezaron a usar la ayuda de corporaciones grandes de la química y la
biotecnología para aumentar sus cosechas.
Estas corporaciones gradualmente empezaron a tomar posesión del
desarrollo de las semillas comerciales, hasta hoy en día que 10 corporaciones
controlan 74% de este mercado – y 3 controlan 50% del mercado mundial:
Monsanto, Dupont y Syngenta.
El artículo entonces continúa con la tesis
que las semillas no deberían ser apropiables – que son la propiedad de la
humanidad en general. Por eso, el
autor respalda los esfuerzos de luchar contra la apropiación y privatización
de las semillas por las corporaciones grandes. Sin embargo, en contraste con su buen
desarrollo de la historia de la situación actual, el autor no respaldó bien
por qué éste es un problema y por qué es peligroso a la sociedad si continúa. En una manera esencial no capta la
idea. El documental «Food, Inc.» hizo mucho mejor en este
sentido. El problema no es simplemente
que estas corporaciones grandes controlan la mayoría del mercado. Es más bien que están tratando de
detenerles a otras personas de guardar sus propias semillas, por métodos
legales y amenazantes. Demandan a
granjeros que guardan y usan sus propias semillas, por reclamaciones que
estas semillas contienen rastros de sus semillas patentadas. El problema es que debido a los vientos que
causan la polinización cruzada de un campo al otro, es casi imposible
prevenir que esto pase. No obstante,
estas corporaciones grandes son muy poderosas y tienen mucha influencia en
las legislaturas federales y estatales.
Por eso, están usando leyes sobre la propiedad intelectual para parar todas otras fuentes de las semillas
competitivas. Por lo tanto, están
desarrollando un monopolio absoluto. Esto
es el problema. Los monopolios siempre
son peligrosos, en cualquier contexto – y aún más cuando se aplican a la
alimentación. Si pocas corporaciones
controlan el suministro de alimentos, en efecto controlan el mundo, porque
todos de nosotros necesitan la comida para sobrevivir.
Sin embargo, el autor tiene razón
que la única manera de mejorar la situación es si activistas hacen que la
gente toman consciencia de la situación y presionan a los legisladores
federales y estatales para evitar estos monopolios.
Fuente
Marrero,
Carmelo Ruíz. «El gran juego del
ajedrez botánico». El 20 de abril de
2012. Consultado el 10 de agosto de
2013 en https://www.alainet.org/es/active/54242
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